Miseria
Salí de mi trabajo, el cielo estaba oscuro pero no pensé que en unos pocos kilómetros empezaría a caer lluvia sólida. Tuve que parar, el lugar era muy peligroso. Apenas frené salieron dos tipos que se acercaron al auto.
Vas a experimentar el primer robo en Argentina, le dije a mi acompañante español.
Pero apenas terminé de decir esta frase los tipos me habian cubierto con cartones el auto para protegerlo de las piedras.
Perpleja me enmudecí. La bondad de los desconocidos me abofeteó y me hizo atragantar todas las palabras.
Miro al español tremendamente conmovido por lo sucedido.
Cuando paró la granizada, retiramos los cartones, se los devolvimos a los tipos, no sabíamos como agradecer.
Regresamos callados pensando tal vez en nuestras propias miserias.
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